sábado, 17 de marzo de 2012

"Ilustrado" de Miguel Syjuco


Una moderna Ilustración

por Fernando Fernández



“La angustia no es la condición humana,
es ese purgatorio entre lo que tenemos y
lo que deseamos pero no podemos conseguir”
M.S.

Apenas terminada la lectura de esta novela que ya se experimentan deseos de repasarla para un mejor entendimiento, y también porque cunde la impresión de que hubo significantes detalles que pudieron pasar desapercibidos. Y si esta necesidad es palpable es porque la lectura ha dejado una convicción bien anclada: se asiste a la creación de un gran escrito contemporáneo, lleno de audacia, meticulosidad y sin duda inteligente, como lo sugiere su título: “Ilustrado”. Término que en este contexto alude a los intelectuales filipinos que en épocas pasadas se prepararon en Europa y luego se repatriaron para contribuir al progreso de su país.

El eje central de esta la novela es la construcción de un personaje: Crispín Salvador, y para ello el escritor consigue tal nivel de exactitud que el lector se confronta a una aguda hesitación: ¿es este personaje ficticio o real? En lo personal, no soporté la duda, investigué para asegurarme de que efectivamente se trataba de un personaje de ficción, aserto que corroboré, sin embargo, no sin sorpresa constaté que tiene su entrada en wikipedia como cualquier personaje real. Metaliteratura dirán los expertos.

Dentro de este género recuerda uno la excelente novela “El mapa y el territorio” del extraordinario escritor francés Michel Houellebecq ganadora del Goncourt 2011, en donde el mismo Houellebecq es un protagonista de ficción de la novela.

Crispín Salvador, quien vive en New York, es presentado como un gran escritor, el más grande que haya tenido Filipinas y además como individuo fuertemente controvertido por sus ideas antigubernamentales, su carácter iconoclasta y su insolencia como personaje público. Hace varios años que escribe el libro ”Puente en llamas” en el que pondrá de manifiesto, lo ha anunciado públicamente, todas las corruptelas de los últimos gobiernos filipinos y los sórdidos tejemanejes de la clase dominante. Salvador aparece ahogado en las aguas del Hudson y con ello el manuscrito del libro ha desaparecido; entonces, Miguel Syjuco, su alumno, se propone encontrarlo, para lo cual emprende viaje a Filipinas en su búsqueda.

Es una novela del denominado estilo fragmentario, es decir que no posee ni linealidad narrativa ni una única historia, sino un conjunto de fragmentos de desarticulada apariencia, pero que considerados en su contexto global constituyen piezas de un elaborado puzzle. Entre las diversas fuentes de la narración se encuentran: blogs, mails, chistes, entrevistas, artículos de prensa, narración en primera y en tercera persona, extractos de novelas de Crispín Salvador; es decir, un número importante de recursos puestos al servicio de la elaboración del personaje protagonista.

El narrador de primera persona es alguien de nombre Miguel Syjuco (coincidente con el nombre del escritor del libro en cuestión) y quien gracias a su cercanía como alumno de Salvador decide escribirle una biografía ahora que éste ha muerto. Es así como este aprendiz de escritor narra la vida de Salvador, al tiempo que introduce fragmentos del libro biográfico que está redactando.

La trama, aunque sin sofisticaciones, está bien urdida –así a veces en algunos largos capítulos se llegue a dudar–, el epílogo final dará razón a esta afirmación y hará entender más el sofisticado tejido del libro.

¿Quién escribe esta novela, se pregunta uno? ¿Miguel Syjuco (personaje de la novela)? ¿Miguel Syjuco (escritor de la novela)? ¿Salvador Crispín? En gran parte el epílogo nos da luces sobre esto, aunque permanezcan ciertas zonas de sombra, la coherencia no es total, sin que ello afecte sobremanera el escrito.

Libro sin duda interesante, ópera prima de Miguel Syjuco escritor filipino nacido en 1976 y que le augura una entrada y un futuro importante en las letras contemporáneas. Con gran acogida tanto en el mundo anglosajón como en el hispánico, descontando el asiático que lo premia con dos muy importantes galardones: el Man Asian Literay Prize y el Palanca Awards). Syjuco vino a Colombia a presentar esta novela en el Hay Festival 2011 de Cartagena.

Entre los fragmentos se filtran interesantes pasajes de la historia de Filipinas: la colonización española, sus héroes revolucionarios (ie. José Raizal), sus políticos (ie. Marcos, Corazón Aquino), la invasión japonesa pre II Guerra Mundial, las pugnas con el mundo islámico al cual pertenece una franja de la población.

Es un libro extenso, y si bien la mayor parte de los fragmentos presentados permiten una adecuada y precisa construcción del muy novelesco Salvador Crispín, ha de decirse también que varios de ellos, particularmente algunos extractos de sus libros son más bien irrelevantes, no añaden mayor valor al contexto y pueden tornar la narración pesada por momentos.

En los pasajes en donde el libro se adentra en la cultura y la idiosincrasia filipina resulta imposible no ver grandes similitudes con las del mundo colombiano (in extenso del latinoamericano): vendedores ambulantes, caos vial del tráfico de las ciudades y el soborno a los agentes de tránsito vial, corrupción estatal, caudillaje político, guerrilla terrorista y opositora al gobierno. Realidades inherentes a los países en vía de desarrollo.

Habría tendencia a considerar esta novela como un escrito “raro”, dado que en ella prima la estructura de construcción y el carácter intelectual sobre la riqueza de la historia planteada. Puede presentarse tediosa en algunos pasajes, pero es en su innegable carácter de narrativa modernista en donde radica su interés y éxito. Vale sin duda la pena su lectura.

El mejor resumen de este libro, que recomiendo, lo presenta el mismo escritor cuando precisa: “Si nuestro mayor temor es hundirnos en la soledad y el olvido, la crueldad con la que el tiempo ha de ensañarse sobre todos y cada uno de nosotros siempre arrasará con más fuerza que las aguas turbias de cualquier río. Este libro acarrea, pues, la onerosa carga de reasentar la vida perdida de un hombre a la vez que explora las posibles tentaciones que siempre ofrecerá la muerte.”

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Algunas citaciones del libro:

“La función del erotismo, al fin y al cabo, es romper la monotonía de la vida”.
“Si la vida te da palos, hazte con ellos una cabaña”.
“los clichés nos recuerdan y confirman que no estamos solos, que otros han recorrido la misma senda en el pasado”.

“Quizá la madurez consista únicamente en aceptar la cuenta acumulada de todas las opciones vitales que se han desvanecido”.

“Todo adolescente es un héroe y un fracasado en potencia. Al hacernos adultos, toca escoger el punto medio entre ambos”.

“El problema es que uno no entiende lo que es el amor hasta que lo observa en otros y se da cuenta de lo que le falta. Ves a dos que se quieren, en la calle, en un café, incluso en fotografías, maldita sea, y piensas: así es como debería ser. Nuestro amor no es ni mucho menos así”.

“El pasado te pesará más a medida que tu futuro se reduzca”.

“Los hombres propensos a la ira tienen poco por lo que vivir cuando su rabia resulta infructuosa”.

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Gran motivación en la consolidación de una ideología libertaria; hedonista; redimida de prejuicios; derribadora de paradigmas, en particular los religiosos; cuestionadora de tradiciones; cartesiana...